Amanda y la Llama del Coraje

Hace mucho, mucho tiempo, Amanda soñaba con ser bombera. Todo comenzó cuando un grupo de valientes bomberos visitó su escuela para enseñarles cómo ayudaban a las personas. Fascinada, corrió a su casa y con firmeza le dijo a su familia: “¡Quiero ser bombera!”.

A los 13 años, fue al cuartel de bomberos, pero le dijeron que no había mujeres en la brigada juvenil. Aunque la noticia, en un principio, la decepcionó, creció con ese sueño en su corazón.

Años después, regresó al cuartel. Esta vez, determinada a derribar todas las barreras que le decían que no era un trabajo para mujeres.

Tras meses de mucho entrenamiento, logró convertirse en la primera bombera de su compañía en 63 años.

Gracias a su coraje, muchas mujeres se atrevieron a revivir esos sueños reprimidos por tantos años y convertirse en bomberas. Amanda demostró que las profesiones no tienen género y que, con perseverancia, las oportunidades deben ser para todos.